miércoles, 10 de junio de 2009

PERSPECTIVA DE LA DESESCOLARIZACIÓN EN CHILE

En Chile, la idea de desescolarizar la sociedad podría mas perjudicar que beneficiar a los más pobres. Por una parte perpetuaría la desigualdad en la calidad de la educación ya que las características de una sociedad que promueva el aprendizaje estaría basada, de acuerdo a Ilich en la pregunta “¿con qué tipo de cosas y gente podrían querer los aprendices estar en contacto para aprender?” y su respuesta supondría acceso a objetos y procesos necesarios para el aprendizaje formal (sitios industriales, objetos, máquinas, materiales utilizados para enseñar en casa etc.) y también la selección de los educadores de acuerdo a su área de expertise. Nos preguntamos ¿Podría el Estado asegurar el acceso a una multiplicidad de objetos y procesos variados? ¿Permitiría el capital cultural de los más pobres decidir con justicia (al decir de Atria) qué es lo que quieren aprender y como hacerlo? ¿Quién velaría por una oferta suficiente de educadores en las áreas más demandadas? (educación física y arte, por cierto) ¿A dónde nos llevaría este tipo de educación?

La Libertad
Creemos que la desescolarización mal entiende el concepto de libertad en relación a los niños; básicamente porque ellos no son capaces de valorarla: los niños no tienen la experiencia necesaria para tomar decisiones, especialmente en cuanto a desarrollo de habilidades (sociales, cognitivas, lingüísticas etc.) necesarias para su constitución como seres humanos, de aquí que el currículo escolar sea un esfuerzo intencionado para dotar a los niños de herramientas intelectuales y patrones de pensamiento que, de otra manera, tomarían mucho tiempo, o simplemente no desarrollarían.

En este sentido, existen habilidades consideradas críticas para el desarrollo y el empoderamiento de la sociedad las cuales no pueden ser aprendidas de manera espontánea. Estas incluyen pensamiento lógico y sistemático, matemáticas, medicina, lenguaje y leyes. De acuerdo a Pearl , es probable, que al dejar a los niños estudiar sólo lo que quieran, desarrollarán prejuicios, mal gastarán su tiempo o simplemente no harán nada. En este mismo punto, Kozol habla del “culto a lo Incompleto” referido a que la falta de dirección y guía llevaría a los aprendices a desistir de las tareas emprendidas tan pronto apareciera la primera dificultad.

Kozol, Jonathan (1972) Free Schools, Houghton Mifflin, Boston Pearl, Arthur (1973) "The Case for Schooling America" In Gartner et al. pp. 112-117.

martes, 9 de junio de 2009

Cristian creó esta entrada, con un formato wiki, veamos que resulta

http://www.wiki-site.com/index.php/GRUPO_1:_La_Propuesta_de_desescolarizaci%C3%B3n_y_el_fin_de_la_escuela.

lunes, 8 de junio de 2009

saludos

hola compañeritos, ¿como estan? queria saber como vamos a coordinar esto del blog, si para cada aporte se creará una nueva entrada o propondremos las modificaciones en los comentarios de cada entrada ya creada????

saludos

domingo, 24 de mayo de 2009

LA PROPUESTA DE DESESCOLARIZACIÓN: ¿UNA ALTERNATIVA VIABLE FRENTE AL CONSUMISMO CAPITALISTA ACTUAL?

Nadie discute que el consumismo actual es un fenómeno instalado en nuestra sociedad, fruto de la industrialización, en donde la aparente gratificación instantánea por la adquisición de bienes y servicios a cualquier costo, a la larga va causando un deterioro del ser humano, ya que lo conduce a una espiral de insatisfacción de nunca acabar, lo que termina configurando una sociedad marcada por el arribismo, la falta de solidaridad y la incomunicación. Frente a esta situación surgen voces interrogantes que remueven la conciencia ¿Será la escolarización del hombre una de las principales causas del consumismo? ¿Será factible llevar a la práctica un ideal de educación basado en la no escolarización?.

En el presente artículo trataremos de dar respuesta a estas preguntas a través de la revisión de los alcances y las nociones del proceso educativo que postulan los principales autores referentes de la propuesta de Desescolarización, quienes dan una respuesta positiva a la primera interrogante planteada anteriormente, en donde la escuela se observa como creadora de una “falsa ilusión de aprendizaje” asociada a su carácter institucional, a sus principios instaurados, socialmente aceptados y, a la vez, cuestionables que profesa. Bajo esta mirada se acoge el derecho a la educación, pero a la vez, se rechaza enérgicamente que este derecho se concrete exclusivamente como la obligación de escolarizarse, por considerar principalmente a la escuela como anacrónica, ineficaz, distante de la realidad e inviable económicamente y porque ella prepararía para la sociedad consumista propia de nuestro tiempo, conformando ideológicamente para ello a los sujetos-educandos. Se debe entregar, por tanto, la misión educativa a la sociedad convivencial (modelo de pequeñas comunidades en agrupamientos no muy grandes de personas que se responsabilizan por el espíritu-grupo comunitario) , que ofrece al hombre la posibilidad de ejercer la acción más autónoma y más creativa, con la ayuda de las herramientas menos controlables por los otros. En consecuencia apoyan, por un lado, la idea de sustituir esta institución por las alternativas que las incipientes tecnologías audiovisuales e informáticas ofrecían al campo de la formación, y por otro, la desaparición de la institución escolar. Ofrecen enfoques y metodologías de enseñanza diferentes a las tradicionales, argumentando que los aprendizajes son más útiles prescindiendo de la institucionalidad escolar, y en donde el desarrollo humano es percibido como una meta que se puede alcanzar a través del fomento del desarrollo personal, la autonomía, la reflexión, la crítica, y la creatividad a través de los principios de educación anti institucional y de auto aprendizaje, fuera de las aulas y sin aulas.

Además a modo de análisis crítico abordaremos los alcances y la viabilidad actual de la puesta en práctica de estas teorías en un sentido global y particularmente en la realidad chilena. Paralelamente, pretendemos generar un espacio de reflexión acerca de nuestro futuro rol como profesionales de la educación, que contribuya al fortalecimiento de una noción de educación centrada en las capacidades de cada individuo y en la valoración de cada persona “en sí misma”, y no en la posición social en la que se desenvuelve o en la escolaridad que tiene, que dicho sea de paso no siempre refleja necesariamente el grado de aprendizaje que ésta posee.

1 LA EDUCACIÓN FRENTE AL PROCESO DE INDUSTRIALIZACÓN
2 LAS PROPUESTAS DE DESESCOLARIZACIÓN
2.1 Teorías desescolarizadoras
2.2 Autores principales
2.3 Las nociones de educación en las teorías de desescolarización
3 LA POSIBILIDAD DE UNA SOCIEDAD DESESCOLARIZADA FRENTE A LAS POLÍTICAS DE CONSUMO ACTUAL
3.1 La escuela en casa(homeschooling)
3.2 Perspectiva de la desescolarización en Chile
4 CONCLUSIONES
5 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

LA EDUCACIÓN FRENTE AL PROCESO DE INDUSTRIALIZACÓN

El concepto de educación, entendido como transmisión del saber y valores acumulados, ha existido desde tiempos remotos. En un principio, en las culturas primitivas tomó la forma de enculturización, es decir, transmisión cultural basada en las prácticas. El propósito era, por cierto, adquirir competencias sociales para ser parte de la tribu o grupo y así asegurar su supervivencia. En este tipo de sociedades existió muy poca educación formal, más bien el entorno fue visto como una sala de clases y todas las actividades a desarrollar fueron consideradas tareas. El rol de profesor era desempeñado por adultos. En la medida que las sociedades se hicieron más complejas, la cantidad de conocimiento aumentó e hizo necesario una forma más especializada de transmisión cultural. El resultado fue la educación formal, esto es la escuela y el especialista llamado profesor. De este modo, la experiencia educacional estuvo cada vez menos relacionada con la vida cotidiana, con el aprendizaje situado y más con la conceptualización de ideas cuyos referentes eran abstractos.

A medida que la sociedad otorgó más importancia a la educación, también intentó estandarizar objetivos, contenidos y estrategias de educación que aseguraran a todos las mismas oportunidades de aprendizaje. Una de las consecuencias más importantes de esta visión fue la aceptación gradual de que la educación debía ser responsabilidad del Estado. Este anhelo se irá estructurando institucionalmente en el tiempo y traerá como resultado, hacia fines del siglo XIX, la consolidación la educación pública en países como Francia y Alemania, y vivirá durante largos años una cómoda situación de estabilidad y aceptación absoluta. Sin embargo, a mediados del siglo XX, y a consecuencia del desenlace de la segunda guerra mundial, el mundo comienza a vivir una vertiginosa época de grandes transformaciones culturales. El acelerado avance en el campo de las ciencias, van condicionando un ambiente de optimismo generalizado y una cierta euforia, que se concretan en los éxitos de la carrera espacial y en el bienestar económico que disfruta el primer mundo y que, paralelamente, va dejando al descubierto las limitaciones de reparto equitativo y justicia social de los sistemas capitalistas. La misión educativa del sistema escolar tradicional empieza a ser objeto de fuertes cuestionamientos, concibiéndose como una institución que demanda grandes inversiones, y que además se había quedado desfasada en sus contenidos y en sus métodos. Este ambiente lleva a pensar en la necesidad de una reestructuración global de la educación, situación que fue el caldo de cultivo para el planteamiento de nuevas teorías en éste ámbito que si, en un primer momento, fueron específicamente educativas, pronto algunas de ellas van a ir más lejos , aspirando a la consolidación de transformaciones sociales más generales.

Para Olegario Negrín Fajardo, las fuertes críticas de los años setenta a la institución escolar, como un órgano obsoleto, ineficaz, mal organizado y excesivamente gravoso para la sociedad, son maximizadas con la crisis económica del 73, que puso en duda las instituciones capitalista y el bienestar burgués occidental, otorgando espacio para la incertidumbre en lo futuro. La educación fue tachada como responsable de este declive económico.
Otro elemento que incentivó la proliferación de ideas de desescolarización fue el desarrollo tecnológico de los medios audiovisuales, de las tecnologías de la información y comunicación, los cuales auguraban un cambio del sistema escolar convencional, ofreciendo alternativas de educación fuera de las escuelas.

Dos expresiones del movimiento reformista de esta época fueron la edición de “La crisis de la educación”, de 1968 por P.H. Combs y “Aprender a ser”, un informe de la Comisión Internacional de la UNESCO, coordinado por E. Fauré. Sus diagnósticos apuntaban a que habían grandes expectativas sociales de la educación y que la institución escolar no era capaz de satisfacer, de ahí nacía la necesidad de crear alternativas fuera de la escuela, que complementaran su labor. Ejemplo de ello es la propuesta de “Aprender a ser” de la extensión en tiempo y espacio de la educación, en una “ciudad educativa”.

Luego vendrían propuestas más radicales, como la Marshall McLuhan, quien propone que la primacía del libro como método de enseñanza debe ser cedida a los medios audiovisuales y las nuevas tecnologías, cuyo alcance sería mayor que la propia escuela para reforzar la educación, vaticinando la extinción de esta institución. Ivan Illich hará una crítica global a “las instituciones del bienestar social”: la medicina, el transporte y la educación. La institucionalización en general, impidió la satisfacción de las necesidades simples (como el querer saber, el transportarse o el ser curado), generando segregación y nuevas definiciones de pobreza. La industrialización y la tecnologización han traído beneficios pero también han generado nuevos problemas sociales, como la contaminación, la excesiva programación que anula la autonomía y potencia la anomia y la frustración.

1. Olegario Negrín Fajardo, Teorías e instituciones contemporáneas de educación. Editorial Ramón Areces,2005. Pp. 129-135.

LAS PROPUESTAS DE DESESCOLARIZACIÓN

La característica fundamental de esta corriente radical, que surge a partir de la crítica reformista a principios de los años 70', va a estar en su postulado de suprimir la institución de la escuela, como estrategia para encontrar alternativas más viables que permitan solucionar los problemas que plantean las sociedades industriales avanzadas. La misión de la educación en la desescolarización es la de transformar la sociedad a través de la educación del ser humano y pretender una sociedad más justa y humanizada. Dentro de esta propuesta, surgen distintas visiones y autores, cuyos discursos darán origen a lo que hoy conocemos como Teorías Desescolarizadoras.

TEORÍAS DESESCOLARIZADORAS

A) TEORÍAS DESESCOLARIZANTES TECNOLÓGICAS ( Marshall Macluhan - Iván Illich - Everett Reimer): Bajo esta perspectiva, la más radical de todas, la desescolarización tiene un fuerte componente antinstitucional pero también tecnológico; el movimiento desescolarizador inicial se plantea encontrar alternativas formativas en el ámbito de los medios audiovisuales y las nuevas tecnología de la información y la comunicación. La esperanza en la tecnología acentuaba la crítica a la escuela y se planteaba como la alternativa necesaria.

B) EL MODELO HISTORICISTA (Paul Goodman): El modelo historicista esta basada en la idea que la filosofía tradicional socrática es posible de realizar en la escuela del siglo XX. Sócrates privilegiaba el diálogo como forma de llegar a la verdad; el rol del maestro consistía en presentar la información para que el alumno hiciera un uso creativo de ésta. El afirmaba que los alumnos deberían tener la libertad para criticar y cambiar el currículo, y que podía decidir si estudiar o no. Bajo estos principios, Paul Goodman plantea su modelo historicista basado en el “retorno a las Polis” tomando como referente los antiguos modelos educativos de Grecia o de las escuelas conventuales de la Edad Media. Pretende lograr que cualquier estudio o aprendizaje pueda conseguirse mediante una situación en la que, el estudiante pueda avanzar por sí mismo, en libertad, transformándose de esta manera en el verdadero protagonista de su aprendizaje. Para ello, el estudiante debe contar con el apoyo de otros compañeros o maestros orientadores, y en un estrecho contacto con los adultos como nexo vital entre su propia realidad y el mundo que lo rodea. Por tanto este autor no plantea una total desinstitucionalización de la enseñanza, sino más bien una apertura de ésta a la realidad social.

C) LAS ALTERNATIVAS GLOBALES (Phillip Coombs- Edgar Faure - Torsten Husen - John Holt): Bajo esta mirada, no se plantea la supresión de las instituciones escolares sino la creación de una sociedad educativa, de la ciudad educativa y de la sociedad del aprendizaje con todos los medios posibles y no sólo con los tecnológicos. La propuesta considera la construcción de La ciudad educativa inserta en la ciudad mundial, es decir pretende que toda la sociedad se convierta en una macro institución educativa. Este fundamento se sustenta, como punto de partida, en que toda persona debe tener la posibilidad de aprender durante toda su vida. La educación para ello debe salir de la escuela y convertirse en un proceso permanente en la vida del hombre.