domingo, 24 de mayo de 2009

LA PROPUESTA DE DESESCOLARIZACIÓN: ¿UNA ALTERNATIVA VIABLE FRENTE AL CONSUMISMO CAPITALISTA ACTUAL?

Nadie discute que el consumismo actual es un fenómeno instalado en nuestra sociedad, fruto de la industrialización, en donde la aparente gratificación instantánea por la adquisición de bienes y servicios a cualquier costo, a la larga va causando un deterioro del ser humano, ya que lo conduce a una espiral de insatisfacción de nunca acabar, lo que termina configurando una sociedad marcada por el arribismo, la falta de solidaridad y la incomunicación. Frente a esta situación surgen voces interrogantes que remueven la conciencia ¿Será la escolarización del hombre una de las principales causas del consumismo? ¿Será factible llevar a la práctica un ideal de educación basado en la no escolarización?.

En el presente artículo trataremos de dar respuesta a estas preguntas a través de la revisión de los alcances y las nociones del proceso educativo que postulan los principales autores referentes de la propuesta de Desescolarización, quienes dan una respuesta positiva a la primera interrogante planteada anteriormente, en donde la escuela se observa como creadora de una “falsa ilusión de aprendizaje” asociada a su carácter institucional, a sus principios instaurados, socialmente aceptados y, a la vez, cuestionables que profesa. Bajo esta mirada se acoge el derecho a la educación, pero a la vez, se rechaza enérgicamente que este derecho se concrete exclusivamente como la obligación de escolarizarse, por considerar principalmente a la escuela como anacrónica, ineficaz, distante de la realidad e inviable económicamente y porque ella prepararía para la sociedad consumista propia de nuestro tiempo, conformando ideológicamente para ello a los sujetos-educandos. Se debe entregar, por tanto, la misión educativa a la sociedad convivencial (modelo de pequeñas comunidades en agrupamientos no muy grandes de personas que se responsabilizan por el espíritu-grupo comunitario) , que ofrece al hombre la posibilidad de ejercer la acción más autónoma y más creativa, con la ayuda de las herramientas menos controlables por los otros. En consecuencia apoyan, por un lado, la idea de sustituir esta institución por las alternativas que las incipientes tecnologías audiovisuales e informáticas ofrecían al campo de la formación, y por otro, la desaparición de la institución escolar. Ofrecen enfoques y metodologías de enseñanza diferentes a las tradicionales, argumentando que los aprendizajes son más útiles prescindiendo de la institucionalidad escolar, y en donde el desarrollo humano es percibido como una meta que se puede alcanzar a través del fomento del desarrollo personal, la autonomía, la reflexión, la crítica, y la creatividad a través de los principios de educación anti institucional y de auto aprendizaje, fuera de las aulas y sin aulas.

Además a modo de análisis crítico abordaremos los alcances y la viabilidad actual de la puesta en práctica de estas teorías en un sentido global y particularmente en la realidad chilena. Paralelamente, pretendemos generar un espacio de reflexión acerca de nuestro futuro rol como profesionales de la educación, que contribuya al fortalecimiento de una noción de educación centrada en las capacidades de cada individuo y en la valoración de cada persona “en sí misma”, y no en la posición social en la que se desenvuelve o en la escolaridad que tiene, que dicho sea de paso no siempre refleja necesariamente el grado de aprendizaje que ésta posee.

1 LA EDUCACIÓN FRENTE AL PROCESO DE INDUSTRIALIZACÓN
2 LAS PROPUESTAS DE DESESCOLARIZACIÓN
2.1 Teorías desescolarizadoras
2.2 Autores principales
2.3 Las nociones de educación en las teorías de desescolarización
3 LA POSIBILIDAD DE UNA SOCIEDAD DESESCOLARIZADA FRENTE A LAS POLÍTICAS DE CONSUMO ACTUAL
3.1 La escuela en casa(homeschooling)
3.2 Perspectiva de la desescolarización en Chile
4 CONCLUSIONES
5 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

LA EDUCACIÓN FRENTE AL PROCESO DE INDUSTRIALIZACÓN

El concepto de educación, entendido como transmisión del saber y valores acumulados, ha existido desde tiempos remotos. En un principio, en las culturas primitivas tomó la forma de enculturización, es decir, transmisión cultural basada en las prácticas. El propósito era, por cierto, adquirir competencias sociales para ser parte de la tribu o grupo y así asegurar su supervivencia. En este tipo de sociedades existió muy poca educación formal, más bien el entorno fue visto como una sala de clases y todas las actividades a desarrollar fueron consideradas tareas. El rol de profesor era desempeñado por adultos. En la medida que las sociedades se hicieron más complejas, la cantidad de conocimiento aumentó e hizo necesario una forma más especializada de transmisión cultural. El resultado fue la educación formal, esto es la escuela y el especialista llamado profesor. De este modo, la experiencia educacional estuvo cada vez menos relacionada con la vida cotidiana, con el aprendizaje situado y más con la conceptualización de ideas cuyos referentes eran abstractos.

A medida que la sociedad otorgó más importancia a la educación, también intentó estandarizar objetivos, contenidos y estrategias de educación que aseguraran a todos las mismas oportunidades de aprendizaje. Una de las consecuencias más importantes de esta visión fue la aceptación gradual de que la educación debía ser responsabilidad del Estado. Este anhelo se irá estructurando institucionalmente en el tiempo y traerá como resultado, hacia fines del siglo XIX, la consolidación la educación pública en países como Francia y Alemania, y vivirá durante largos años una cómoda situación de estabilidad y aceptación absoluta. Sin embargo, a mediados del siglo XX, y a consecuencia del desenlace de la segunda guerra mundial, el mundo comienza a vivir una vertiginosa época de grandes transformaciones culturales. El acelerado avance en el campo de las ciencias, van condicionando un ambiente de optimismo generalizado y una cierta euforia, que se concretan en los éxitos de la carrera espacial y en el bienestar económico que disfruta el primer mundo y que, paralelamente, va dejando al descubierto las limitaciones de reparto equitativo y justicia social de los sistemas capitalistas. La misión educativa del sistema escolar tradicional empieza a ser objeto de fuertes cuestionamientos, concibiéndose como una institución que demanda grandes inversiones, y que además se había quedado desfasada en sus contenidos y en sus métodos. Este ambiente lleva a pensar en la necesidad de una reestructuración global de la educación, situación que fue el caldo de cultivo para el planteamiento de nuevas teorías en éste ámbito que si, en un primer momento, fueron específicamente educativas, pronto algunas de ellas van a ir más lejos , aspirando a la consolidación de transformaciones sociales más generales.

Para Olegario Negrín Fajardo, las fuertes críticas de los años setenta a la institución escolar, como un órgano obsoleto, ineficaz, mal organizado y excesivamente gravoso para la sociedad, son maximizadas con la crisis económica del 73, que puso en duda las instituciones capitalista y el bienestar burgués occidental, otorgando espacio para la incertidumbre en lo futuro. La educación fue tachada como responsable de este declive económico.
Otro elemento que incentivó la proliferación de ideas de desescolarización fue el desarrollo tecnológico de los medios audiovisuales, de las tecnologías de la información y comunicación, los cuales auguraban un cambio del sistema escolar convencional, ofreciendo alternativas de educación fuera de las escuelas.

Dos expresiones del movimiento reformista de esta época fueron la edición de “La crisis de la educación”, de 1968 por P.H. Combs y “Aprender a ser”, un informe de la Comisión Internacional de la UNESCO, coordinado por E. Fauré. Sus diagnósticos apuntaban a que habían grandes expectativas sociales de la educación y que la institución escolar no era capaz de satisfacer, de ahí nacía la necesidad de crear alternativas fuera de la escuela, que complementaran su labor. Ejemplo de ello es la propuesta de “Aprender a ser” de la extensión en tiempo y espacio de la educación, en una “ciudad educativa”.

Luego vendrían propuestas más radicales, como la Marshall McLuhan, quien propone que la primacía del libro como método de enseñanza debe ser cedida a los medios audiovisuales y las nuevas tecnologías, cuyo alcance sería mayor que la propia escuela para reforzar la educación, vaticinando la extinción de esta institución. Ivan Illich hará una crítica global a “las instituciones del bienestar social”: la medicina, el transporte y la educación. La institucionalización en general, impidió la satisfacción de las necesidades simples (como el querer saber, el transportarse o el ser curado), generando segregación y nuevas definiciones de pobreza. La industrialización y la tecnologización han traído beneficios pero también han generado nuevos problemas sociales, como la contaminación, la excesiva programación que anula la autonomía y potencia la anomia y la frustración.

1. Olegario Negrín Fajardo, Teorías e instituciones contemporáneas de educación. Editorial Ramón Areces,2005. Pp. 129-135.

LAS PROPUESTAS DE DESESCOLARIZACIÓN

La característica fundamental de esta corriente radical, que surge a partir de la crítica reformista a principios de los años 70', va a estar en su postulado de suprimir la institución de la escuela, como estrategia para encontrar alternativas más viables que permitan solucionar los problemas que plantean las sociedades industriales avanzadas. La misión de la educación en la desescolarización es la de transformar la sociedad a través de la educación del ser humano y pretender una sociedad más justa y humanizada. Dentro de esta propuesta, surgen distintas visiones y autores, cuyos discursos darán origen a lo que hoy conocemos como Teorías Desescolarizadoras.

TEORÍAS DESESCOLARIZADORAS

A) TEORÍAS DESESCOLARIZANTES TECNOLÓGICAS ( Marshall Macluhan - Iván Illich - Everett Reimer): Bajo esta perspectiva, la más radical de todas, la desescolarización tiene un fuerte componente antinstitucional pero también tecnológico; el movimiento desescolarizador inicial se plantea encontrar alternativas formativas en el ámbito de los medios audiovisuales y las nuevas tecnología de la información y la comunicación. La esperanza en la tecnología acentuaba la crítica a la escuela y se planteaba como la alternativa necesaria.

B) EL MODELO HISTORICISTA (Paul Goodman): El modelo historicista esta basada en la idea que la filosofía tradicional socrática es posible de realizar en la escuela del siglo XX. Sócrates privilegiaba el diálogo como forma de llegar a la verdad; el rol del maestro consistía en presentar la información para que el alumno hiciera un uso creativo de ésta. El afirmaba que los alumnos deberían tener la libertad para criticar y cambiar el currículo, y que podía decidir si estudiar o no. Bajo estos principios, Paul Goodman plantea su modelo historicista basado en el “retorno a las Polis” tomando como referente los antiguos modelos educativos de Grecia o de las escuelas conventuales de la Edad Media. Pretende lograr que cualquier estudio o aprendizaje pueda conseguirse mediante una situación en la que, el estudiante pueda avanzar por sí mismo, en libertad, transformándose de esta manera en el verdadero protagonista de su aprendizaje. Para ello, el estudiante debe contar con el apoyo de otros compañeros o maestros orientadores, y en un estrecho contacto con los adultos como nexo vital entre su propia realidad y el mundo que lo rodea. Por tanto este autor no plantea una total desinstitucionalización de la enseñanza, sino más bien una apertura de ésta a la realidad social.

C) LAS ALTERNATIVAS GLOBALES (Phillip Coombs- Edgar Faure - Torsten Husen - John Holt): Bajo esta mirada, no se plantea la supresión de las instituciones escolares sino la creación de una sociedad educativa, de la ciudad educativa y de la sociedad del aprendizaje con todos los medios posibles y no sólo con los tecnológicos. La propuesta considera la construcción de La ciudad educativa inserta en la ciudad mundial, es decir pretende que toda la sociedad se convierta en una macro institución educativa. Este fundamento se sustenta, como punto de partida, en que toda persona debe tener la posibilidad de aprender durante toda su vida. La educación para ello debe salir de la escuela y convertirse en un proceso permanente en la vida del hombre.

AUTORES PRINCIPALES

I. MARSHALL Mc LUHAN ( 21 Julio 1911 - 31 Diciembre 1980):
Educador, filósofo y estudioso canadiense . En su cargo como profesor de la Universidad de Toronto, en 1964, fue una de las primeras voces en realizar crítica directa a la escuela y, a la vez, en promulgar la alternativa tecnológica como sustituta de ella. Este autor pretende que la culturización se realice fuera de la escuela, en la estructura social donde se encuentra el educando. La posibilidad de esta postura, se basa en la utilización y difusión de los medios tecnológicos y audiovisuales. La prensa, la revista, la televisión, la radio, superan la cantidad de información que puede generar los profesores y las instituciones escolares, por lo que se trata de generalizar estos medios y ponerlos al servicio de la formación cultural. Este autor afirma que estos recursos, al ser atractivos y al estar permanentemente en contacto con el niño, cumplen un proceso de enseñanza de un modo más efectivo. De este modo afirma “hoy en nuestras ciudades, la mayor parte de la enseñanza tiene lugar fuera de la escuela. La cantidad de información comunicada por la prensa, las revistas, las películas, la televisión, y la radio exceden en gran medida a la cantidad de información comunicada por la instrucción y los textos en la escuela. Este desafío ha destruido el monopolio del libro como ayuda a la enseñanza y ha derribado los propios muros de las aulas de modo tan repentino que estamos confundidos, desconcertados”.1

II. IVAN ILLICH (Viena, 4 de septiembre 1926 - Bremen 2 de diciembre de 2002):
Se puede considerar como un autor “maldito” en el mundo de la pedagogía, ya que elabora una crítica tan radical de la denominada “educación formal” que pone en cuestión a la propia filosofia del educador profesional y el ámbito principal en el que ejerce su profesión: la escuela, por su centralización, su burocracia interna, su rigidez y, sobre todo, por las desigualdades que encubre. En su obra más importante La sociedad desescolarizada, publicada originalmente en inglés (l970) y más tarde en español(l973), aborda cuatro ideas centrales que son las que impregnan su discurso educativo en general:

1)La educación universal por medio de la escolarización no es viable y no lo sería tampoco si se intentara mediante instituciones alternativas construidas según el modelo de las escuelas actuales.

2)Ni unas nuevas actitudes de los maestros hacia sus alumnos, ni el desarrollo de nuevas herramientas y métodos, ni el intento por ampliar la responsabilidad de los maestros hasta que englobe las vidas completas de sus alumnos dará por resultado la educación universal.

3)La búsqueda actual de nuevos embudos educacionales debe revertirse hacia la búsqueda de su antítesis institucional: tramas educacionales que aumenten las oportunidades de aprender, compartir, interesarse.

4)No sólo hay que desescolarizar las instituciones del saber, sino también el ethos de la sociedad. Ahora bien, el interés de Illich por la escuela y los procesos de escolarización surge a raíz de su trabajo educativo en Puerto Rico y, más específicamente, con educadores americanos preocupados por el rumbo que ven tomar a las escuelas públicas en su país. El propio Illich consigna esto cuando señala, en la introducción de La educación desescolarizada, que debe a Everett Reimer el interés que tiene por la educación pública agregando que, “hasta el día de l958 en que nos conocimos en Puerto Rico, jamás había puesto en duda el valor de hacer obligatoria la escuela para todos Conjuntamente hemos llegado a percatarnos que, para la mayoría de los seres humanos, el derecho a aprender se ve restringido por la obligación de asistir a la escuela”2.

Escolarización y educación se vuelven, desde entonces, conceptos antinómicos para el filósofo. Pasa así a denunciar la educación institucionalizada y la institución escolar como productoras de mercancías con un determinado valor de cambio en la sociedad, donde se benefician más quienes ya disponen de un capital cultural inicial. Con base en esta premisa general, Illich sostiene que el prestigio de la escuela como proveedora de servicios educativos de calidad para la población en su conjunto descansa en una serie de mitos que se definen a continuación:

El mito de los valores institucionalizados
Este mito, según Illich (1985), se funda en la creencia de que el proceso de escolarización produce algo de valor y, por consiguiente, genera una demanda. En el caso de la escuela, se asume que ésta es productora de aprendizajes y que la existencia de escuelas produce una demanda escolaridad. Illich sostiene que la escuela enseña que el resultado de la asistencia es un aprendizaje valioso, que el valor del aprendizaje aumenta con la cantidad de información de entrada y que este valor puede medirse y documentarse mediante grados y diplomas. Postula, en contraposición, que el aprendizaje es la actividad humana que menos manipulación de terceros necesita. Que la mayor parte del aprendizaje no es consecuencia de la instrucción, sino el resultado de una participación de los educandos en el contexto de un entorno significativo y, sin embargo, la escuela les hace identificar su desarrollo cognitivo personal con una programación y manipulación complicadas.

El mito de la medición de los valores
Según Illich (1985), los valores institucionalidos que infunde la escuela son valores cuantificables. Pero, para él, el desarrollo personal no es mensurable con base en los patrones de la escolaridad y, una vez que las personas aceptan la idea de que los valores pueden producirse y medirse, tiende a aceptar toda clase de clasificaciones jerárquicas. “Las personas que se someten a la norma de otros para la medida de su propio desarrollo personal, escribe Illich, pronto se aplican el mismo patrón a sí mismos. Ya no es necesario ponerlos en su lugar, pues se colocan solos en sus casilleros correspondientes, se comprimen en el nicho que se les ha obligado a buscar y, en el curso de este mismo proceso, colocan asimismo a sus prójimos en sus lugares, hasta que todo y todos encajan”.

Los mitos de los valores envasados
La escuela vende currículum, dice Illich, y el resultado del proceso de producción de currículum se asemeja a cualquier otro artículo moderno de primera necesidad. El distribuidor-profesor entrega el producto terminado al alumno-consumidor, cuyas reacciones son cuidadosamente estudiadas y tabuladas a fin de proporcionar datos para las investigaciones que servirán al modelo siguiente que podrá ser “desgraduado”, “concebido para el alumnado”, “con ayudas visuales” o “centrado en temas”.

El mito del progreso eterno
Al hablar de consumo, Illich (1985), habla también de producción y crecimiento. Y relaciona estos factores con la carrera por las calificaciones, los diplomas y los certificados, ya que cuanto mayor es la proporción de calificaciones educativas, mayores son las posibilidades de acceder a mejores ocupaciones en el mercado laboral. Este es, para Illich, un mito sobre el cual se basa en gran parte el funcionamiento de las sociedades de consumo, siendo su mantención parte importante del juego de la regulación permanente. Su ruptura, según Illich, “pondría en juego la supervivencia no sólo del orden económico construido sobre la coproducción de bienes y demandas, sino también del orden político construido sobre la nación-Estado”. Se enseña a los estudiantes-alumnos a ajustar sus deseos a los valores comercializables sin que, en este circuito de progreso eterno, pueda conducir jamás a la madurez. Illich concluye señalando que la escuela no es la única institución moderna cuya finalidad primaria es moldear la visión de la realidad en el hombre. En ello inciden otros factores que guardan relación con el origen social y el entorno familiar de las personas, los medios de comunicación y las redes informales de socialización. Ellos son, entre otros, elementos clave en la conformación de pautas de conducta y de valores. Pero, para Illich, la escuela es la que esclaviza más profunda y sistemáticamente, puesto que sólo a ella se le acredita la función de formar el juicio crítico, función que, paradójicamente, trata de cumplir haciendo que el aprender, ya sea sobre sí mismo, sobre los demás o sobre la naturaleza dependa de un proceso prefabricado.

El propio Illich una vez que denuncia estos grandes mitos de nuestra civilización, propugna en su obra La convivencialidad lo que podríamos denominar una revitalización de la propia vida. Esta revitalización de la existencia pasa por aligerarla de las distintas cataduras institucionales que, según él, la violentan. La ciencia, la escuela o la medicina, en cuanto saberes institucionalizados, imponen limitaciones al entendimiento que anula la interacción humana espontánea y original. En definitiva, las instituciones no sólo no nos ayudan a vivir una vida mejor, sino que, enfatiza Illich, nos sustraen por completo la posibilidad de ella. Así lo expresa con toda claridad: "No somos capaces de concebir más que sistemas de hiper-instrumentalización para los hábitos sociales, adaptados a la lógica de la producción en masa. Casi hemos perdido la capacidad de soñar un mundo en donde la palabra se tome y se comparta, en donde nadie pueda limitar la creatividad del prójimo, en donde cada uno pueda cambiar la vida" 3.

La existencia de una sociedad convivencial no implica la total ausencia de las instituciones —a las que Illich caracteriza como manipuladoras— ni que se pueda disfrutar de determinados bienes y servicios. Actualmente las manipulativas han crecido desmesuradamente, arrastrando a su vez a las conviviales, que mutan transformándose en “falsos servicios de utilidad pública”, así la escuela deseduca. (contraproductividad específica). Por ello la escuela tiene un rol claro frente a este sistema: habilitar a los hombres para garantizar su participación institucional, este principio es válido para todas las escuelas del mundo, dado que son absolutamente semejantes, dado el “programa oculto” que todas profesan : custodia, selección de papel social, adoctrinamiento y educación, siendo este un subproducto o accidente, ya que esta aparece sólo cuando los otros tres roles han ejercido su influencia. Lo que Illich propone es la existencia de un equilibrio entre aquellas instituciones que generan demandas que pueden ser satisfechas por ellas mismas y las instituciones que apuntan a satisfacer el desarrollo y la realización de las personas (Illich y Reimer,1978).

Dentro de su propuesta, este autor plantea las siguientes alternativas para garantizar el derecho a la educación: una de cariz tecnológico, ya que la escuela se sustituiría por un banco de conocimientos donde todo el mundo podría aprender. Esto se puede conseguir gracias a los medios tecnológicos y audiovisuales. Junto con estas instituciones Illich propone dotar a las familias de una renta educativa inversamente proporcional a su nivel de riqueza y que esta podría ser consumida por el sujeto a través de toda su vida y en función de sus necesidades de aprendizaje. En definitiva Illich pretende suprimir la presión y coacción y estimular las opciones voluntarias, que garanticen la formación permanente de los ciudadanos.

III. EVERETT REIMER ( -1998):
Causó gran impacto social en 1974 con su obra La escuela ha muerto, que radicaliza no tan sólo las críticas a la institución escolar; que en los años sesenta y setenta se posicionaban como la vanguardia del progreso y desarrollo del planeta, sino también un conjunto de argumentos cargados de sentido común que debían conducir a la desaparición de los recintos escolares. Según este autor, la escuela sólo custodia a los alumnos al tiempo que suprime su creatividad y reprime la espontaneidad intelectual de los niños y jóvenes. La alternativa que propone Reimer coincide en buena parte con la expuesta por Illich, ya que también se apoya en la tecnología educativa al ser ésta capaz de acumular información sobre los objetivos y contenidos educativos y ponerlos a disposición de los ciudadanos. Reimer insiste en la reconversión del profesor, hacia su pleno desarrollo funcional en lo educativo y formativo, el que deberá transformarse en un consultor dispuesto a asesorar a los alumnos para cubrir sus necesidades e intereses educativos.

IV.PAUL GOODMAN (9 Septiembre1911 – 2 Agosto1972) :
Escritor y activista anarquista estadounidense. En su visión crítica acerca de la escuela, postula el alejamiento sostenido que esta institución ha tomado con las estructuras comunitarias, lo que ha limitado la experiencia del verdadero aprendizaje: la práctica. Para este autor, la escuela se encarga de ejercer una presión permanente e ilusoria, que tensiona al estudiante, y cuyo efecto es la generación de necesidades académicas ficticias, muy alejadas de aquellas propias que el educando requiere conforme a sus intereses. En su obra La Deseducación Obligatoria (1964), Goodman califica el rol de la escuela, en su primer grado, como guarderías infantiles, en respuesta al vertiginoso crecimiento urbano. En los grados medios y superior actúa como “auxiliar de policía” ,controlando a los individuos gracias a agentes y campos de concentración subvencionados en el presupuesto, a título de “Departamentos de Educación” (Trilla 2002).

Para revertir esta situación, Goodman señala que es necesaria de algún modo la comunidad educativa vivencial (la convivencia tradicional entre discípulos y maestros). Por ello propone una solución mixta, así desaparecería al menos en parte, el peligro de institucionalización estatal de la educación y la asunción de la misma por una sociedad civil que no estaría atomizada, sino que, organizándose, cambiaría al mismo tiempo escuela y sociedad. Goodman era más partidario que Iván Illich de las escuelas alternativas o paralelas. Para los más pequeños, la escuela se concibe como un edificio no obligatorio, descentralizado, y subdividido en pequeñas unidades o casas Club, con el fin de personalizar la educación y aumentar su eficacia, sin exámenes ni calificaciones. La enseñanza técnica sería asumida por las empresas, para que mediante una formación directa los futuros trabajadores fuesen aprendiendo la autogestión. Finalmente, la universidad también tendería a descentralizarse en una red de grupos autónomos de estudios. De este modo, la auténtica educación, es decir, el autodidactismo o aprendizaje autónomo, podría darse en una nueva sociedad, que él la situaba en el plano de la utopía como la ciudad educativa, un proyecto comunitario donde todos los sectores y adultos de la ciudad cumplirían una función educativa: se trata de que sea la ciudad la que eduque, y no la escuela.

V. JOHN HOLT (Nueva York 1923 - 1985):
El punto de partida de este profesor estadounidense, es la crítica a la escuela convencional por las consecuencias negativas para el estudiante respecto del tipo de relación que allí se establece, que anula las capacidades educativas del educando y le integra en una sociedad acrítica y conformista, que no aspira a mejorar al hombre o a reformar la sociedad. Al igual que Goodman señala la fuerte presión y ansiedad que el sistema escolar ejerce sobre los estudiantes, al desentenderse de sus necesidades de conocimiento e intereses (Trilla, 2002). Por este motivo, en un principio, y bajo la influencia de las teorías libertarias y antiautoritarias, planteó la instauración de escuelas libres, como alternativa a las escuelas públicas y privadas de carácter obligatorio; en esta época, sus esfuerzos se dirigían a tratar de transformar radicalmente la concepción de la educación que caracterizaba a las instituciones escolares existentes en aquel momento, pero no buscaba su completa desaparición, sólo convertirlos en espacios más interesantes, agradables, respetuosos de la individualidad infantil y más libres. Holt acuñó el término unschooling que se diferencia de deschooling ((Illich) porque el primero significa sacar a los niños del colegio mientras que el segundo persigue cambiar las leyes para no hacer la escuela obligatoria.

Unos años más tarde, en vista de que sus intentos no fructificaban, y al observar que las diversas reformas educativas que se elaboraban desde la administración educativa no se orientaban hacia su modelo educativo, Holt adopto una postura más radical apoyando el movimiento de la “Escuela en Casa”. Creó su propia revista ( Crecer sin escuela, en 1977 se ha seguido publicando hasta el 2001), primera revista en Estados Unidos que trataba el fenómeno Homeschooling. Este particular planteamiento de desescolarización, resulta de una manera eficaz en la práctica y deja de concebirse sólo como una alternativa teórica o como una crítica más a la institución escolar .Al formular ésta alternativa de educación, Holt sostiene suprimir la escuela convirtiendo a la familia en centro educativo, en un sentido amplio, unschooling describe un enfoque donde los métodos de educación no están basados en la escuela, si no que los hijos se formarán en el propio hogar con la tutoría y supervisión de sus padres y familiares y la asesoría externa de especialistas a través de revistas y bibliografía elaborada. Para los defensores de esta práctica educativa, la familia está en mejores condiciones de formar el sentimiento, la voluntad y la sensibilidad, así como facilitar la educación moral y social. En el ambiente familiar los niños se autogobiernan y desarrollan sus actividades educativa ,previamente consensuadas con sus padres, y los quehaceres que le corresponden dentro de la unidad familiar.

VI. PHILLIP COOMBS
Indica que es posible ver que la educación vive una crisis mundial. Analiza el estado de la educación y explica que hay una crisis por disparidad ya que ha habido cambios sociales, revoluciones científicas y tecnológicas, pero la educación no se ha adaptado a las nuevas necesidades sociales. Proponía hacer frente a esta crisis modernizando la estructura educativa, desde el personal hasta el proceso educativo, utilizando las innovaciones tecnológicas, y fomentando la educación informal. 4.

VII. EDGAR FAURE
Tiene la convicción de que la computadora podría desarrollar un aprendizaje eficaz, y que crearía un diálogo con el alumno, estimula el desarrollo autodidacta y además facilita la educación permanente, necesaria para los adultos al tener que enfrentarse a una sociedad que se desarrolla e innova rápidamente. Los recursos tecnológicos deben servir a la educación para “desarrollar en el individuo una toma de conciencia científica de los métodos de adquisición y utilización de los conocimientos” 5. Este autor da cuenta de la formación de escuelas alternativas a la tradicional, durante la década del sesenta: escuelas polivalentes ( y con espacios polivalentes, cuya arquitectura puede ser cambiada según la necesidad del momento), universidad libre a distancia, universidades sin muros. Aboga por la apertura de la escuela a la comunidad, concebida como un centro cultural abierto y donde los padres puede participar el la elaboración de la educación (como pasa en las escuelas comunitarias). Reafirma la idea de que la educación debe ser un elemento de liberación., y que se debe construir en forma individual y colectiva.

VIII. TORSTEN HUSEN (Suecia, 1916):
En su libro La sociedad educativa (1978), plantea la necesaria transformación de la comunidad en una compleja institución educativa, desinstitucionalizada en la que el centro escolar tendrá que jugar nuevos papeles: estar abierto a la realidad y al mundo del trabajo, integrar a las aulas las tecnologías que ya son de uso social, una escuela adaptada al niño y a la realidad circundante al mismo tiempo. Según Husen, la explosión del conocimiento obliga al logro de una sociedad educativa, en la que el aprender y el innovarse deberá formar parte de la realidad vital de todos los hombres y mujeres del Planeta. La sociedad del aprendizaje es una incipiente realidad, que ya se vislumbra en múltiples proyectos formativos que confluyen al mismo tiempo sobre las personas.
________________________________________
1. Carpenter,E ; Mc Luhan,M (1960):El aula sin muros. Citado en Trilla, J. (coordinador)(2002). El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI. España: Graó, capítulo 11, p 292,276.
2. Illich, I.: (1985) La sociedad desescolarizada, México, p.3. Disponible en ://entornoalaanarqu a.com.ar/pdf/la.sociedad.desescolarizada.pdf
3. Illich, I.: (1978) La convivencialidad, México. Disponible en http://www.scribd.com/doc/2317931/Illich-Ivan-La-convivencialidad
4. Illich y E. Reimer (1978): La desescolarización de la sociedad.En, J. Palacios La cuestión escolar, críticas y alternativas;Barcelona . Editorial Laia, 451 p.
5. Olegario Negrín Fajardo, Teorías e instituciones contemporáneas de educación. Editorial Ramón Areces,2005. Pp. 139-144.
6. Faure, Edgar; Herrera, Felipe, et al. Aprender a ser. La educación del futuro.Editorial Alianza/UNESCO, 1973. p.205.
7. Husen, T (1978) La Sociedad Educativa. Madrid. Ed. Anaya.

LAS NOCIONES DE EDUCACIÓN EN LAS TEORÍAS DE DESESCOLARIZACIÓN

Ahora que hemos presentado las posturas sobre esta teoría, podemos observar que es común en los autores que atienden el tema de la desescolarización la idea de que el desarrollo del aprendizaje no puede restringirse a la formación escolar. Ha coincidencia en la utilización de distintos medios de información para enriquecer el proceso de aprendizaje, abriendo la posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías positivamente en la educación.
Holt, Mac Luhan e Illich son radicales al proponer que solamente fuera de la institución escolar puede producirse un aprendizaje significativo, abogando por el libre acceso de recursos para obtener información (ya sean libros, computadoras, búsqueda de especialistas, etc) y rompiendo con la brecha que crea la escuela para acceder al conocimiento, al legitimar sólo lo que es enseñado dentro del aula por un profesional, sin validar ni promover al autodidacta. La profesión docente es innecesaria, pues debe existir el espacio para aquel adulto quien quiera compartir sus conocimientos pueda enseñar, sin la obligatoriedad de tener un título, independiente si es familiar o no del educando.

Creemos que en este sentido resultaría útil hacer un cruce entre las ideas de Illich y las de Paulo Freire, ya que éste último fundamenta su proyecto educativo basado en la praxis, con el propósito de crear humanización, de liberar al hombre de todo aquello que le impide ser persona mediante la transformación del ser humano en base a su sentido crítico. Freire en este sentido es consciente de que la sociedad actual posee una dinámica estructural que conduce a la dominación de las conciencias, lo que se traduce en una pedagogía que responde a los intereses de las clases dominantes. Los métodos que esta pedagogía utiliza no pueden servir a la liberación de los oprimidos señala Freire, sino más bien pretende impartir entre éstos, la ley del temor o el castrante paternalismo.

Este autor va ir aun mas lejos al señalar que al educar a los individuos como entes críticos del mundo y del sistema social que les rodea no sólo lograrán “liberarse” sino que además serán capaces de proponer nuevas, mejores y más justas formas de plantearse la vida social. En definitiva si aceptamos que la escuela nos condiciona para “obedecer “ en la vida, estaríamos también aceptando que es muy posible que se nos condicione para definir nuestros gustos, intereses y necesidades, aceptando de buena gana lo que se nos “vende” a través de los medios de comunicación, como hijos “obedientes” de un sistema impuesto. Por lo mismo , y tomando los argumentos de Illich, es también claro que al individuo formado y condicionado a “pasar de curso”, o si lo leemos de otra manera a “subir de nivel” se le hará mucho más fácil aspirar a obtener los mismos beneficios que tienen los del “nivel superior”, por tanto como en la etapa escolar se aspira a “pasar de curso”, en la etapa laboral también se aspirará a tener los mismos estándares de vida de los sujetos de “nivel más alto”, o simplemente el estándar de vida de algún cercano que tiene otra posición social, y que en definitiva gana más dinero y puede comprar “más y mejores cosas”. La educación en consecuencia es ponderada y validada respecto a la consecución de bienes y servicios, y no a su finalidad esencial correspondiente al desarrollo humano.

Tanto para Illich como para Freire el sistema educativo es anti-educacional, represivo y diseñado para domesticar más que para liberar. Para ambos la educación está interrelacionada con las sociedades industrializadas avanzadas. De esto surgen 2 consecuencias:

•La escuela no se puede reformar, se debe abolir. Illich está en contra de todo tipo de escolarización y de educación progresiva: escuelas libres, escuelas en comunidades etc. En este sentido, Freire no hizo un análisis de la escuela misma -de hecho su trabajo se baso precisamente en aquellos que no asistían al colegio- sino en contra del tipo de educación que tomaba parte en ella

• Al atacar a la escuela, se está atacando los valores centrales de la sociedad actual. Illich propuso un tipo de sociedad a escala pequeña, convivencial donde las necesidades reales fueran satisfechas. Sin embargo, Freire no esbozó un tipo de sociedad. Basado en la ideología marxista, solo estableció el tipo de sociedad en el que no quería vivir y con el cual se debía terminar. En Holt, la enseñanza debe generarse por completo dentro de la familia, aunque puede apoyarse en distintos medios o especialistas, pero es fundamental que sea un familiar quien eduque al niño. La escuela existente anulaba la libertad y el espíritu independiente del niño. Cada alumno debiese ser planificador, director y asesor de su propia educación. El adulto le ayudaría guiándolo y estimulándolo, basado en su experiencia y pericia.

En Reimer no es tan clara la desaparición de las instituciones educativas, plantea una escuela alternativa, que sea una institución democrática e incorporacionista que se conforme por redes de personas, de oportunidades, y de modelos de habilidades pero atendiendo a una educación individualizada. También apunta a la transformación del papel del profesor, sin la supremacía del profesional que crea una relación vertical con el alumno, sino que más orientado al rol de consejero en el proceso individual de aprendizaje del joven.

Goodman es crítico con la educación en la escuela existente, ya que coarta la libertad y la curiosidad investigadora con su disciplina y obligatoriedad. Por ello propone crear una escuela alternativa, con un carácter más flexible, apuntando a la formación de comunidades escolares, que sean acordes a las necesidades de los educandos. Para lograr ello no se puede realizar una educación masiva sino que por medio de grupos pequeños. El aprendizaje individual es enriquecido con la relación horizontal entre discípulo y maestro. Para este autor finalidad de la educación en el niño es que pueda desarrollar sus capacidades al máximo, y así pueda ser útil a la sociedad, pero a través de la escuela tradicional el niño se desmotiva, no es incentivado a relacionar los conocimientos que le obligan a memorizar con la realidad de la sociedad donde vivir, y finalmente su aprendizaje escolar no es satisfactorio.

LA POSIBILIDAD DE UNA SOCIEDAD DESESCOLARIZADA FRENTE A LAS POLÍTICAS DE CONSUMO ACTUAL

Pese a que Illich, el autor emblemático de la desescolarización, no tiene publicaciones específicas de economía, su crítica al discurso económico dominante recorre, a nuestro parecer, implícitamente toda su obra. Ello es así porque la amplitud de sus enfoques socava muchas veces, sin decirlo, las bases de la economía capitalista y el fenómeno del consumismo. Esto ocurre, por ejemplo, cuando señala la ineficiencia del automóvil como medio de transporte, al advertir que si se divide el tiempo que el americano medio le dedicaba, como conductor o trabajando para poder pagarlo y utilizarlo, no conseguía ir a más velocidad que la de una persona andando, desinflando así la funcionalidad como medio de transporte generalizado de este artefacto tan emblemático del progreso4. Observaciones de este tipo desarticulan la presunta racionalidad del consumo y la consiguiente mejora de la calidad de vida sobre la que reposa la idea usual de sistema económico, con su mencionado espiral de la producción y del consumo.

La crítica a la escuela como institución y su función en la sociedad aun está vigente, no pasa por ser un fenómeno de la efervescencia de los años setenta. Noam Chomsky2 es uno de los intelectuales actuales que sigue reafirmando una críti a hacia la escuela, pero como una estructura que debe ser cambiada desde sus bases. No la anula como espacio para potenciar la educación pero fundamenta su transformación, ya que la escuela históricamente tiene un papel institucional como medio para el control y la coerción. El espacio debiese trasformarse en un foco de desarrollo democrático, y no en un reproductor de la estructura de clases, potenciando la libertad de opinión en busca de verdades y soluciones a los problemas que son realmente importantes.

La escuela no es un espacio democrático, y por esto en ella se habla tanto de la democracia. Mientras mas antidemocrática sea, mayor es su necesidad de enseñar sobre la democracia, impide la difusión de las verdades esenciales. Para Chomsky, el deber intelectual del docente debiera ser intentar decir la verdad, o desenmascararla. Para ello es esencial que los alumnos no sean mirados como auditorio sino como integrantes de la comunidad, con potencial de participación constructiva. Su idea de aprendizaje verdadero, es aquel que ayuda a descrubrir la verdad, y no es la imposición de una verdad oficial. Además, sólo se produce cuando los estudiantes pueden descubrir por sí mismos la naturaleza de la democracia y su funcionamiento
Para este autor la estructura de clases es transversal a la escolarización. Retomando los conceptos de Walter Lippman, habla de una sociedad actual conformada por dos tipos de clases: los "especialitas", encargados de analizar, ejecutar y tomar las decisiones, estableciendo cual debe ser el interés común; el resto de la sociedad pertenece al "rebaño desconcertado", quienes cumplen el papel de espectadores, y cuando intenta participar en la acción democrática, los especializados llaman al momento "crisis de la democracia". La educación debiese proporcionar herramientas críticas a sus estudiantes, y tener como objetivo forma una sociedad más democrática, en lugar de adoctrinar a los jóvenes con mitos sobre la democracia. La escuela debería ser el lugar para comprometerlos en la práctica de la democracia.3

LA ESCUELA EN CASA (HOMESCHOOLING)

Heredada a partir de los principios menos radicales de Holt, es una opción educativa fuera de las escuelas, que se ha ido abriendo paso sostenidamente en los últimos años. Puede definirse como "una educación a tiempo completo de los niños en y alrededor de la casa, por parte de sus padres o custodios, o por tutores elegidos por los padres o custodios. Los motivos por esta opción educativa son diversos: pedagógicos, ideológicos, morales, religiosos y corresponden a las necesidades educativas específicas de nuestros hijos ya que en la mayoría de los casos las familias se han dado cuenta de que el Estado no ha logrado a través de las escuelas convencionales, tanto públicas como privadas, ofrecerles soluciones concretas a las necesidades de sus respectivos hijos. No pretendemos eludir la obligación de educar a nuestros hijos, si no, que objetamos a la escuela como único y excluyente medio para conseguir este objetivo. Se trata de una educación alternativa cuya responsabilidad es asumida por los padres de forma plena y conciente y que persigue y logra los mismos objetivos que la convencional"1.

El homeschooling está legalmente reconocido en casi todos los países europeos.
• Francia El homeschooling es legal pero está fuertemente regulado y controlado; deben seguir el currículum oficial y examinarse periódicamente. Además, existe la opción de la educación a distancia.
• Holanda Únicamente se permite, previa concesión de un permiso especial, por razones religiosas o morales. Sin embargo, la interpretación de la ley se hace de un modo restrictivo y el permiso se deniega en la mayoría de los casos. Si el niño ha estado escolarizado, se prohíbe incluso la solicitud del permiso.
• Rumania La educación en casa está prohibida como tal, pero existe la opción de darse de alta ante la autoridad educativa como escuela privada.
• Reino Unido La educación en casa es legal y no se exigen requisitos a menos que haya existido escolarización previa. En este caso, los padres tienen obligación de poner en conocimiento de la autoridad educativa su intención de desescolarizar.
• Italia El decreto legislativo de abril de 1994 establece que "Los padres pueden asumir la enseñanza (obligatoria) de sus hijos. Los padres que eligen esta opción han de demostrar capacidad económica y técnica para asumir la enseñanza de sus hijos y comunicarlo anualmente a la autoridad educativa competente”.
• Portugal Aunque la ley permite la educación en casa, en el curso 2006/2007, tan sólo cuatro niños de tres familias diferentes estaban siendo educados en casa. Los requisitos son: realizar exámenes de equivalencia con una frecuencia bianual y, a partir del 9º curso, realizar los exámenes nacionales de lengua portuguesa y de matemáticas.

1. Sesión Informativa de ALE ante la Comisión de Educación y Cultura del Parlamento Vasco el 23.04.2008 . Comparecencia de representantes de la Asociación para la Libre Educación (www.educacionlibre.org), para exponer sus planteamientos y experiencias educativas. Vídeo disponible en: http://tu.tv/videos/ale-ante-el-parlamento-vasco-1-de-5/
2. Chomsky, Noam, La (Des)Educación, trad. Gonzalo G. Djembé, Crítica, Barcelona, 2001.
3. Chomsky, Noam. Op. cit, p. 41.
4. Illich, Iván; Energía y Equidad – Desempleo Creador; Joaquín Mortiz Planeta. Disponible en línea: http://www.ivanillich.org/LiEnergia.htm